LAMBERTO MURO DOMINGO

Imagen de un cartero. Foto:objetivolarioja

LAMBERTO MURO DOMINGO
  
Alguacil y cartero de Sobradiel. 41 años.

Lamberto era alguacil y cartero, también hacía de pregonero y cultivaba su huerto. Julián Ezquerra, en Un ayer que es todavía, nos describe de este modo su figura de cartero:

“Pedaleando lentamente sobre su bicicleta con el carterón de cuero en bandolera, llegaba todas las mañanas de recoger el correo en la estación de Casetas. En la cocina de su diminuta vivienda hacía la distribución y repartía primero a los impacientes que esperaban y luego de puerta en puerta la correspondencia del día:
  • Tomás, carta de tu hermana María.
  • Eloísa, de tu novio desde Ceuta, que ya está a punto de cumplir.
  • Dale este aviso a tu padre pa cobrar la remolacha.
Lo sabía todo. Y creo que sólo necesitaba oler el sobre para saber su contenido.”

Julián lo retrata como un hombre chaparro de estatura y de carácter tranquilo, con una conversación llena de socarronería  y cargada de admoniciones:

“- Que ya lo veréis, acordao de lo que os digo: esta gente es mucho traidora y están preparando algo gordo.”


Vivia en una casa en la plaza de Sobradiel junto a su esposa, Luisa, una mujer alta, delgada y de perfil afilado que atendía el huerto y el corral que tenían cerca de la Badina y con la que tenía tres hijos: Paco, en la mili; Gloria, en la pubertad; y Emilio, párvulo.

Julián Ezquerra Ezquerra, hijo del alcalde republicano de Sobradiel, narra de este modo en “Un ayer que es todavía” su recuerdo de las detenciones de su padre, de Lamberto Muro y del resto de republicanos significados de Sobradiel:
Y llegó el 13 de agosto. A media mañana apareció un automóvil negro en el pueblo, paró frente a las escalericas de la plaza y descendieron varios falangistas con sus camisas azules, sus correajes, su corbata negra, sus bigotitos recortados y sus pistolones al cinto. Subieron a la sala consistorial y desde allí mandaron llamar a todos los más significados de la izquierda “para hacer una declaración”.
Poco a poco se fueron presentando mi tío Julián, Daniel Genzor, el tío Lamberto el alguacil, el tío Eusebio, el tío Germán, Lorenzo el hornero, don José el maestro… Algunos estaban en el campo y tardaron en llegar, pero los falangistas no aparentaban tener prisa alguna. (...)
Al poco rato bajaron todos escoltados por los falangistas. Ya había llegado una camioneta que esperaba con la portezuela posterior abierta. Y sin una voz, sin una protesta, como la cosa más natural, subieron dócilmente y la camioneta se alejó hacia la salida del Trinquete con el coche de los falangistas, ya con el dedo en el gatillo, detrás.”

A algunos de ellos los llevaron a prisión hasta que los ejecutaron.  A los labradores Germán Genzor y Daniel Genzor, al panadero Lorenzo Ezquerra y a Julián Ezquerra Peg los asesinaron cobardemente esa misma tarde. Eusebio Genzor, Basilio Genzor, Atanasio Paul y Lamberto Muro, al día siguiente. Las ejecuciones de José Berti y Félix Riquelme se las reservaron para celebrar la festividad del 15 de agosto. En tres días diez familias de Sobradiel quedaron destrozadas.

Fuente: Ezquerra Ezquerra, Julián (1998) Un ayer que es todavía
Texto: R.C.P.


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