Miguel López
Sobradiel
Julián Ezquerra en su libro Un ayer que es todavía nos cita otros tipos de víctimas, como son aquellos jóvenes que se alistan de modo voluntario para evitar la represión, como fue el caso de Miguel López.
Miguel se enroló en la Legión, donde perdería un ojo. La Legión Española es una fuerza militar de choque en cuyo credo se defendía que no importaba el pasado de los hombres que sirvieran en ella. Esto favoreció que muchos jóvenes temerosos de ser fusilados por su republicanismo se presentasen voluntarios a ésta. La legión y las tropas marroquíes se utilizaron durante toda la contienda como soldados de vanguardia.
Paradigmático de esta filiación izquierdista en la Legión Española fue la Bandera del General Sanjurjo. Este banderín de enganche se formó en Zaragoza en agosto de 1936 y prometía, según recogen testimonios de la época:
“Nadie os volverá a preguntar jamás, por vuestras ideas anteriores. Como dice el himno de nuestra legión, cada uno será lo que quiera, nada importa la vida anterior, lo que importa es el futuro que vamos a hacer ahora. ¡Viva la Legión! ¡Viva la Muerte! ¡Viva España!”
En esta unidad militar se alistaron jóvenes aragoneses y navarros, algunos voluntarios para escapar de las purgas que se estaban llevando a cabo en sus pueblos durante esas semanas y otros de forma forzada, pues se dio la consigna a los cuarteles de la guardia civil de la zona que se enrolase de modo obligatorio en el Tercio a todos los jóvenes izquierdistas reticentes a incorporarse al frente.
La unidad fue disuelta debido a un conato de rebelión o a un intento de pasarse de modo masivo a las filas republicanas. Al parecer, al ser descubierta la intentona, la mayor parte de los jóvenes fueron fusilados en las tapias de Torrero y el tercio de Sanjurjo disuelto.
Cuentan también que cuando Millán Astray, fundador de la Legión Española, visitó Casetas en el verano de 1936 fue insultado por una vecina del barrio en plena plaza del pueblo gritándole "Asesino"
Texto: S.A.T.
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