AMASVINDA MELÚS CUBERO


Amasvinda Melús Cubero


AMASVINDA MELÚS CUBERO

Amasvinda era una joven de 25 años.

Nació el 6 de febrero de 1911 en El Frasno, una localidad de la provincia de Zaragoza, al igual que sus padres y sus tres hermanos varones. Era hija de Eustaquio Melús y María Cubero.

En sus memorias, recuerda Dominica Tejero que Amasvinda vino con toda su familia en 1924 a Casetas, cuando tenía 13 años, donde compraron tierras en la huerta y un solar para construir una casa con establo para criar vacas. Dice que fue unas de las primeras casas hechas con bloques de cemento, hasta entonces eran de adobas, y que la construyó el señor Martín “El Monagrillo”. Era una familia de campo, pero con bienes bastantes para vivir bien.

En cuanto a su carácter, Dominica la dibuja como extraordinariamente solidaria. Su madre decía de ella: 

-”Esta chica tendría que hacerse hermana de la caridad, no puede ver que en alguna casa del pueblo haya necesidad, pues enseguida prepara la cesta con comida. En casa hacemos corto con lo que cosechamos, pero nadie de casa tenemos ánimos para contrariarla, porque es tan buena que si le decimos algo nos contesta que los cristianos y los comunistas tenemos la misma doctrina: repartir entre nosotros lo que tenemos. Y se queda tan feliz.”

Dice Dominica que Amasvinda discutió con el cura para que dejara tranquila a Amelia Lamis, ya que llevaba sirviéndose de ella varios domingos para su homilía por el hecho de que el novio la había abandonado estando embarazada. Amasvinda le dijo al cura que si Amelia era culpable, no era nadie él para acusarla.

Esas mismas fiestas en el mayo enjabonado en lugar de un jamón pusieron una bandera republicana y veinticinco pesetas. La bandera fue bordada por Amasvinda. 

Fue detenida en Casetas y llevada al cuartel de la guardia civil, junto con Eustaquio, su hermano mayor. Levaba un vestido estampado claro, camisa azul, gersey de punto de color crudo abierto por delante y unas alpargatas blancas cuando fue cargada en el camión que les conducía al paredón. Eustaquio saltó del vehículo y huyó bajo las balas de quienes serían los verdugos de su hermana. 
Amasvinda fue asesinada el 19 de agosto de 1936, junto a sus vecinos Jesús Acón, Juan Cruz Guembe, Ricardo Martínez, Antonia Fornos y Alejandro, a los 25 años. Tres miserables disparos de fusil la atravesaron. Uno el cuello, un segundo atravesó el cráneo por la nariz y el tercero y más mortal le entró por la frente. Las balas de tres salvajes cobardes acababan con la bondad de Amasvinda.

Dejaba para siempre a sus padres y a sus hermanos Antonio y Pablo, de 15 y 13 años.



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