DOMINGO ALCONADA GOCHI

Domingo Alconada en la puerta de su zapatería en Casetas


DOMINGO ALCONADA GOCHI


Domingo Alconada Gochi fue prisionero republicano en la Base Militar de Casetas.
Domingo nació en Orduña, una localidad vizcaína en la llanada alavesa del País Vasco, donde vivía junto a su esposa y dos hijos
Durante la Guerra Civil, en la que se enfrentaban el bando nacionalista y el bando republicano, Domingo fue partidario de los republicanos. En el mes de septiembre de 1936 nos lo encontramos como miliciano con su hermano Faustino en la línea defensiva establecida en el sector de Amurrio-Orduña, a cuya defensa se incorporaron algunos hombres de la zona.
Cuando el sector cae, Domingo fue tomado como prisionero y fue llevado hasta Casetas, donde se estaba creando un cuartel que permitiese la reparación de vehículos militares para devolverlos al frente.
Consideraba que, desde su primer momento en el barrio, fue recibido de buena manera debido a que su oficio era el de zapatero, por lo que los soldados le cogieron estima y nunca fue tratado como un prisionero, sino como un trabajador. Él mismo decía que había tenido mucha suerte y que nunca había tenido ningún problema en Casetas relacionado con el hecho de que hubiera sido traído como preso, lo que a día de hoy, reafirma su hijo Ramón. Paradójicamente, señala Ramón, este trato como trabajador y no como preso en un futuro le acarrearía una consecuencia un tanto desafortunada y es que, con el paso del tiempo, las familias de las personas afectadas durante la Guerra Civil recibieron una indemnización por el daño sufrido, sin embargo la familia Alconada Gochi no fue remunerada, a pesar de que Domingo tenía cierta discapacidad en una pierna, debido a que se le consideró un trabajador y no un preso.
A diferencia de otros presos, Domingo tenía libertad para salir de los pabellones militares (lo que durante esos años eran las celdas y que se sitúan en lo que ahora es la parte trasera de la Base Militar, la cual fue construida con la mano de obra prisionera), y de hecho, ni siquiera vivía como la mayoría de los presos, sino que poseía un piso en la Calle San Miguel, lo que le permitió traer a su mujer (Natividad Francés Zárate) y a sus dos hijos (Javier y Ramón Alconada Francés) a vivir con él, incluso antes de graduarse. Una vez toda la familia en Casetas, Domingo y Natividad tuvieron un tercer hijo, de nombre Iñaki.
También llegó a vivir con él su hermano Vicente, quien no corrió la misma suerte que Domingo, ya que antes de venir a Casetas, había sido encarcelado por ser teniente de sanidad para el bando republicano, condenado en un proceso en Brugos que le impedía regresar a su ciudad de origen, Orduña, así que decidió ir a Casetas y vivir con su hermano, dónde conoció a una mujer, cuyo apellido podría ser Del Río y juntos, decidieron cambiar de vida y volar hacia Argentina, donde vivía una hermana de Domingo y de Vicente y donde aún tienen descendencia, pues su vida en España no era la deseada.
Domingo abrió una zapatería en la misma calle donde vivían y allí estuvo trabajando durante muchos años. Finalmente, falleció el 16 de septiembre de 1990.
Texto: J.S.A.

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